Cuando tu empresa comienza a generar ganancias lo primero que tienes que determinar es si las vas a destinar para ahorro o inversión. Teniendo siempre pendiente la recomendación de que deberías tener ahorrado por lo menos el monto de 3 a 6 meses de tus gastos fijos e imprevistos.
Por más ganancias que hayas obtenido durante un periodo de tiempo, nunca puedes destinar estos fondos a ocio, diversión, vicios o simplemente cosas que no son necesarias para la empresa. Más bien, debes planificar en que se van a invertir los beneficios y qué necesita realmente tu empresa.
Una buena opción es invertir en publicidad y promoción, para hacer tu empresa más visible ante el público y posicionar la marca. Otra buena práctica es comprar insumos, materiales o equipos que necesites en tu la empresa, esos artículos que no se pudieron adquirir en los inicios del negocio por falta de capital.
Otra alternativa es agrandar las áreas de trabajo, si fuera necesario. En caso de que la empresa ya este madura pensar en la opción de una nueva sucursal y la contratación de nuevos empleados.
Si definitivamente si lo que optaste por ahorrar, lo ideal es que lo hagas a plazo. Entre las ventajas que tiene esta opción están que presenta mayor rentabilidad en comparación con el ahorro y posee plazos de carencia menores con relación a otros tipos de inversión, lo que permite que el retiro del dinero se haga después de un corto periodo desde la aplicación, en el Banco Popular contamos con diversas opciones en la banca de inversión para ayudar a expandir tu negocio.