Tener un negocio propio te brinda la libertad de controlar tus ingresos así como poder elegir tu propio horario de trabajo. Sin embargo, antes de dar el paso de independizarte debes valorar si estás en capacidad de manejar ciertas responsabilidades como los pagos de impuestos y otros compromisos fiscales que se generan al momento de constituir tu empresa y durante todo el tiempo en la cual la misma estará operando.
Muchos emprendedores duran años operando de manera informal por el miedo a hacerle frente a esta realidad. Por lo que desde Impulsa Popular te mostramos cuales son las ventajas y desventajas que esta decisión tiene.
En el caso de decidas formalizar tu empresa debes normalmente hacer frente al impuesto a las ventas (normalmente conocido como ITBIS), impuesto a la renta o ganancias e impuestos a los activos. También existen contribuciones que debes asumir como lo es el pago de la Seguridad Social, donde debes retener las deducciones necesarias de cada empleado y pagarlas mensualmente.
Básicamente, los compromisos impositivos de la compañía dependerán de cuál es el volumen de facturación, su nivel de utilidades, los activos que posea y la cantidad y volumen de las remuneraciones de los empleados. Por tanto, la persona encargada de este tema dentro de la empresa debe ser bien disciplinada, ya que si no prepara las declaraciones de impuestos y separa el dinero para pagar los impuestos, las consecuencias pueden incluir el pago de intereses, recargos y multas sobre cualquier monto retrasado.
En el caso de las deducciones médicas para el pago del seguro médico de los trabajadores, los empleadores están obligados a pagar un porcentaje de los costos de salud, porque la otra parte le corresponde al empleado.
Antes de decidir desde donde vas a operar, es decir, si vas a tener un local o vas trabajar desde casa, consulta a un contable, y pide un detalle de todos los compromisos fiscales a los que debes hacer frente para evitar inconvenientes.
Por ejemplo, con el pago de los servicios como la luz y el teléfono, o la compra de equipos informáticos, materiales de oficina, mobiliario y posiblemente gastos de viajes, es recomendable que guardes tus recibos, y lleves un registro exacto para luego presentárselos a tu contador para que el prepare la declaración de impuestos y así puedas acreditar impuestos por la compra de productos o servicios en tu empresa.
Del lado de las ventajas de estar formalizar y llevar al día el pago de tus compromisos impositivos existen enormes oportunidades comerciales que pueden favorecer el desarrollo de tu negocio ya que puedes acceder a comerciar con clientes de importancia a nivel nacional e internacional, das seguridad y confianza a tus empleados, acceder a líneas de créditos y productos y servicios financieros exclusivos para empresas e inclusive puedes habilitarte como proveedor de productos y servicios al Estado.