Recibir el retorno financiero de la inversión que has hecho en tu empresa es síntoma de sanidad. Aunque no seas contable debes tener control de los resultados esperados y supervisar constantemente los movimientos financieros.
Estar al pendiente de tu negocio puede ayudarte a determinar si hay errores en los registros contables, así como en las declaraciones de impuestos. Recuerda que mientras más grande es tu empresa más compleja es.
Para tener un control de lo que gasta tu contador o tu administrador en tu empresa y de esta manera determinar si vale la pena o no, te sugerimos que realices las siguientes acciones.
-Revisa de manera mensual los estados financieros gerenciales.
-Analiza mensualmente un resumen con los deberes formales del negocio: declaraciones de impuestos, proyecciones fiscales, exposición fiscal, contingencias, etcétera.
-Solicita cada semana un reporte donde se detalle cómo se está manejando el dinero en el flujo de caja, cómo están las cuentas por cobrar, las cuentas por pagar, los inventarios.
Los departamentos de contabilidad por lo general tienen mucha carga, porque constantemente deben realizar reportes con detalles de todos los movimientos que hace la empresa, pero es la única manera de saber si tu empresa está sana financieramente.