Los dividendos de una empresa son los beneficios o parte de las utilidades generadas en un periodo determinado, los cuales se distribuyen entre los socios o accionistas de acuerdo a la participación que cada uno posea en el capital social de la empresa.
De acuerdo a la Ley General de Sociedades Comerciales, en el artículo 44 se dispone que la asamblea general, después de la aprobación del informe de gestión anual, podrá decidir sobre la distribución de dividendos en efectivo, en especie o en acciones.
De igual forma, determina que los dividendos deberán provenir de los beneficios acumulados al cierre del ejercicio mostrado en los estados financieros auditados incluidos en el informe de gestión anual.
Según esta ley, la distribución de los dividendos deberá hacerse en un plazo máximo de nueve meses después de su declaración en la asamblea y en base a un flujo de efectivo que evidencie que con su pago no se violan acuerdos con los socios ni se afectan intereses de los terceros acreedores de la sociedad.
De igual manera, mediante una reunión de asamblea o junta de accionistas se determina la periodicidad en que se pagan estos dividendos, que puede ser mensual, trimestral, semestral o un pago único y se fija el porciento de las ganancias que se repartirán entre los socios.
En algunos casos al inicio del negocio es muy probable que se decida no repartir los dividendos y reinvertirlos en la empresa hasta que se fortalezca e incremente su rentabilidad.
Existen dos tipos de dividendos:
Dividendos ordinarios: corresponde a los beneficios que son resultado del ejercicio anual, semestral o trimestral de la empresa.
Dividendos extraordinarios: estos corresponden a beneficios no habituales, como por ejemplo la venta de activos.
La distribución de dividendos varía de una empresa a otra, ya que se rige por las políticas establecidas por la junta de accionistas o por la asamblea.
El ratio que indica el porcentaje de los beneficios que una empresa dedica al pago de los dividendos se denomina pay-out.
Cuanto más alto es el pay-out de una compañía más favorable será la distribución de dividendos, que es un dato que valoran los inversionistas al momento de adquirir acciones de una compañía.
