Existen variables internas y externas en el entorno de las empresas que pueden generar situaciones particulares en la liquidez. Entre ellas resalta la necesidad del requerimiento de capital de trabajo y, para satisfacerla, los negocios suelen encontrarse con importantes retos a la hora de acceder al crédito formal.
El obstáculo más frecuente es la ausencia de una garantía real que proveer a la entidad bancaria como aval colateral. Una opción existente en el mercado y que se encuentra a disposición de los negocios es la pignoración de inventario (producto terminado o materia prima) en almacenes propios, a través de los Certificados de Depósito de Inventario (CDI). Esta pignoración es una poderosa herramienta mediante la cual el inventario puede constituirse como una garantía real facilitando mediante ella el rápido y fácil acceso al financiamiento bancario y así promover, dinamizar, maximizar y eficientizar el negocio.
El CDI es un producto que permite a las empresas:
- Utilizar el inventario en su propio almacén para acceder al crédito.
- Financiar proyectos de expansión, innovación o reingeniería.
- Disminuir costos de ventas gracias a descuentos de compras en mayores volúmenes a proveedores.
- Desarrollar planes de crecimiento basados en nuevas importaciones/exportaciones.
- Lanzamiento de nuevos productos.
- Eficientizar el ciclo de reposición de inventario.
- Programar el suministro para demandas futuras de corto, mediano o largo plazo derivadas de proyectos contratados, ciclos de ventas naturales de la actividad del negocio, licitaciones obtenidas, etc.
- Inembargabilidad del inventario pignorado.
La pignoración en su operación no representa obstáculo alguno para las actividades normales del negocio debido a que el inventario pignorado puede ser liberado parcialmente o sustituido bajo acuerdo con la entidad de intermediación financiera en cuestión.
Existen diferentes empresas en el mercado que ofrecen este servicio, una de ellas es Depósitos Antillanos, SAS como Almacén General de Depósito, empresa que se encarga de habilitar tu almacén y a la vez asegurar y certificar que tanto el producto como el almacén salvaguardan adecuadamente el inventario. De igual forma, una empresa aseguradora respalda y asegura los posibles riesgos de fuerza mayor o imprevisto de la mercancía e instalaciones físicas.