Tres fábulas con lecciones para emprendedores 

Tres fábulas con lecciones para emprendedores 

Desde que éramos niños todos hemos aprendido moralejas a través de las fábulas, estos relatos dejan grandes enseñanzas que podemos aplicar en la vida adulta. A continuación te compartimos resúmenes de tres célebres fábulas y las lecciones que dejan para los emprendedores.

La tortuga y la liebre

En un hermoso campo vivía una liebre orgullosa, porque decía que era la más veloz y se burlaba de las patas cortas y de la lentitud de una tortuga. Un día la tortuga le propuso una carrera a la liebre, diciendo que ella podría ganarle pese a que la liebre era muy veloz.

La liebre sorprendida aceptó la apuesta y el día de la carrera la liebre corrió rápidamente, pero confiando en su rapidez, se sintió segura de su triunfo y se echó a tomar una siesta. Mientras la tortuga iba lenta, pero a paso constante, sin dejar de caminar. Poco después, cuando la liebre despertó, vio a la tortuga llegar a la meta y por más que corrió ya no pudo ganarle.

Moraleja: el camino del emprendedor no es una carrera de velocidad, sino de resistencia y constancia; no existe una fórmula mágica para llegar a la cima, pero el trabajo constante, la disciplina y hábitos positivos son los que ayudan a triunfar.

No seas como la liebre, no te confíes de que eres el mejor ni te duermas sobre tus laureles, pues no sabes cuando la competencia, por más pequeña que sea, puede superarte y ganarte en la carrera hacia el éxito.

La zorra y las uvas

En el otoño una zorra descansaba debajo de un árbol de uvas, luego de percatarse de un hermoso racimo de uvas, quiso comer algo refrescante y diferente a lo que estaba acostumbrada, por lo que saltó para atraparlos con su boca, sin éxito. Como no pudo alcanzarlos, se alejó diciendo: ¡ni me agradan, están tan verdes…!

Moraleja: si hay algo que de verdad deseas lograr, no desistas, esfuérzate y persevera hasta alcanzarlo. No seas como la zorra, que luego de intentarlo algunas veces se sintió agotada y buscó una excusa para justificar su fracaso.

Si tu negocio aún no despega, no pongas excusas, como que el mercado no está listo. Trabaja estratégicamente e invierte tiempo hasta lograrlo.

La cigarra y la hormiga

Durante el verano, una hormiga trabajaba con afán para recoger y guardar granos, con el objetivo de utilizarlos en el invierno para alimentarse, sin embargo, se encontró con la cigarra, que pasaba el día cantando, quien se sorprendió de ver a la hormiga trabajar tan arduamente en la época en que los animales se divertían, por lo que se burló de ella y siguió cantando.

Al llegar el invierno, la cigarra empezó a estar hambrienta ya que no tenía provisiones y fue a pedirle a la hormiga unos cuantos granos. La hormiga le dijo: “Si hubieras trabajado en el momento oportuno, hoy no tendrías escasez de alimento. Ahora canta, mientras yo como”.

Moraleja: al igual que la hormiga, sé un emprendedor que se organiza y planifica con antelación, trabaja arduamente y con disciplina para lograr tus objetivos. No permitas que el ocio haga parte de tu vida, perdiendo el tiempo y dejando para mañana lo que puedes hacer hoy. Sé proactivo.

Crea hábitos positivos que te permitan ser una persona productiva con alto desempeño. No seas como la cigarra, que no trabajó en sus meses flojos y luego se arrepiente porque no tenía qué comer.

 

¿Con cuál fábula te identificas más?