La salud mental se ha convertido en uno de los tópicos más importantes en todas las esferas sociales. El alto grado de estrés y la rapidez con la que vive la sociedad ha generado una presión y altos estándares que afectan directamente las actividades cotidianas del ser humano.
Ser un emprendedor de alto rendimiento exige que se cumpla con las metas, llevándolo a trabajar hasta más de 60 horas semanales, sobre todo en los primeros años que son cruciales para impulsar una idea de negocio o un nuevo proyecto. Todas estas acciones requieren un alto nivel emocional del individuo que llega a drenar su energía y motivación hasta alcanzar un punto en el que se generan problemas de salud mental.
Dentro de los problemas de salud mental más comunes en los emprendedores se destacan:
• Fatiga
• Depresión
• Ansiedad
• Falta de motivación
• Baja autoestima
Hablar de salud mental es poco común en el ecosistema emprendedor, sin embargo, es uno de los sectores de la sociedad más afectados por el deterioro de la misma. La incertidumbre y el deseo de cerrar negociaciones, lanzar nuevos productos, acceder a financiamiento, conseguir socios inversionistas, aumentar las ventas, evitar que el negocio quiebre, son algunas de las razones que llegan a generar altos niveles de estrés y suelen predisponer al emprendedor a sufrir algunos de los problemas de salud mental anteriormente mencionados.
Es aquí donde se presentan síntomas como trastorno del sueño, agotamiento mental, cambios de humor, irritabilidad, desmotivación, dolores musculares, bajas en las defensas, lo que los lleva a enfermarse más a menudo, etc.
Estos síntomas son indicadores que se demuestran cuando se empieza a ver afectada la productividad y el rendimiento del emprendedor, poniendo en riesgo sus planes y metas para desarrollar su negocio.
En el 2020, Endeavor México con la ayuda de profesionales expertos en salud mental realizaron una investigación sobre el bienestar mental de los emprendedores y se dieron cuenta que muchos de ellos desconocían que su estabilidad mental y emocional no estaba bien, por lo que diseñaron una metodología para medir el nivel de riesgo en el que se encontraban de sufrir un problema de salud mental denominado “termómetro de riesgo”.
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ZONA DE BAJO RIESGO |
ZONA DE MEDIANO RIESGO |
ZONA DE ALTO RIESGO |
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¿Cómo me siento? -Energizado/a -Consciente de mí mismo -Optimista sobre el futuro -Capaz de hacer frente a las luchas cotidianas |
¿Cómo me siento? -Falta de energía para las actividades fuera de mi negocio -Cada vez más afectado/a por los altibajos diarios -A veces me siento inseguro/a -Incapaz de poner un límite en mis horarios de trabajo |
¿Cómo me siento? -Físicamente enfermo/a -Abrumado/a -Fatigado/a -Estresado/a -Apático/a a las actividades diarias |
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¿Qué hago? -Paso tiempo con mis amigos y familia -A menudo busco apoyo de amigos, grupos de compañeros y mentores -Trabajo en mis habilidades de liderazgo -Siempre participo en pasatiempos/actividades no relacionadas con el trabajo |
¿Qué hago? -Aislarme de los demás -Evitar entornos sociales -Evitar hablar de mi negocio -Nunca involucrarme en pasatiempos/actividades no relacionadas con el trabajo |
¿Qué hago? -Aislarme de los demás -Evitar entornos sociales -Evitar hablar de mi negocio -Nunca involucrarme en pasatiempos/actividades no relacionadas con el trabajo |
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¿Qué pienso? –“Puedo asumir los desafíos del futuro” –“Me siento cómodo/a tomando decisiones de negocio que pueden afectar mi futuro” –“Me siento cómodo/a al pedir consejo cuando me enfrento con un desafío difícil” |
¿Qué pienso? –“A veces tengo miedo del futuro” –“Tengo cada vez menos tiempo para actividades fuera del trabajo” –“Me cuesta encontrar gente que realmente me entienda” |
¿Qué pienso? –“Nadie me puede ayudar” –“Nadie entiende por lo que estoy pasando” –“Estoy perdido/a” –“No puedo hacer tareas sencillas” |
El termómetro de riesgo que se ilustra en el gráfico anterior es una guía para que los emprendedores puedan identificar las señales que advierten que está en riesgo de sufrir un problema de salud mental, las cuales se concentran en la zona roja del termómetro y buscar la ayuda oportuna.
Ser emprendedor ofrece grandes ventajas como libertad financiera, ser tu propio jefe, tener horarios de trabajo más flexibles, además de la satisfacción de ver tus sueños de negocio convertirse en una realidad, no obstante, esa pasión que caracteriza al emprendedor puede llegar a ser un arma de doble filo cuando se habla de salud mental, ya que el tiempo, esfuerzo y sacrificio que amerita en la mayoría de los casos causa un desequilibrio entre lo personal y lo profesional.
Por tal razón es importante conocer a tiempo cómo se encuentra tu salud mental y centrarte en tener un equipo o grupo de apoyo. Recuerda que no estás solo y como tú hay cientos de emprendedores viviendo situaciones similares. Trabaja en ti mismo, fortaleciendo tu autoestima y habilidades blandas, aceptando que los malos momentos vendrán así como los buenos y que la resiliencia es una característica que es parte de los que llegan al éxito; y por último, si sientes que no puedes solo, busca ayuda profesional.
¡Con esos tres pilares lograrás proteger tu salud mental y seguir impulsando todos tus proyectos!
