Iniciando la empresa sin capital ¿Cómo hacerlo?

Iniciando la empresa sin capital ¿Cómo hacerlo?

En República Dominicana y en el mundo existen muchas personas que inician sus empresas a todo riesgo, sin un capital con el que puedan expandir inicialmente sus ideas, ya sea porque no tienen acceso a ello o porque los medios para alcanzar los recursos son muy complicados.

El dominicano, trabajador en su mayoría, es inventivo y ha demostrado que en los momentos más complicados ha logrado salir de problemas, gracias a la creatividad de cada quien. Pero existen también las herramientas para comenzar, no sin capital, pero sí con recursos a mano para iniciar operaciones y poco a poco obtener ingresos.

El tema es que se puede conseguir iniciar la empresa con poco. Para empezar sin capital debemos armar un negocio donde sea mínima la necesidad de realizar inversiones en activos fijos y en inventario, que no tenga pérdidas operativas (o éstas se reduzcan al mínimo), cuyas cuentas a cobrar sean las menores (o a menor plazo), y las cuentas a pagar tengan el mayor plazo posible.

El sector más interesante para emprender sin capital es el de los servicios. Al no requerir maquinaria e instalaciones para la producción de bienes — ni tampoco un inventario para comercializar— podemos armar negocios con muy pocas inversiones.

En muchos casos, quien inicia un emprendimiento de este tipo ya cuenta con el principal activo fijo necesario: Lo que sabe hacer. Por ejemplo, quien tiene una cámara fotográfica y decide dedicarse a tomar fotografías en eventos sociales y empresariales,  quien usa la computadora que tiene en su casa para iniciar algún proyecto en que pueda necesitarla o aquellos que emprenden su iniciativa siendo consultores, dependiendo de su profesión.

Hay muchos esquemas creativos para reducir al mínimo el capital de trabajo, aunque en el fondo responden a la misma lógica: cómo financiar la actividad del negocio, de modo que no sea necesario anticipar fondos. Aunque conviene decirlo, en países emergentes y para emprendedores que recién comienzan la posibilidad de recurrir al crédito comercial o financiero es muy limitada, y, en general, sus costos suelen ser muy altos. Aunque ya las entidades financieras dominicanas están cambiando la página, siendo más abiertas al momento de financiar las ideas de los emprendedores para que se conviertan en negociantes prósperos y formales.