Se define la sala de lactancia como un espacio digno, higiénico y acondicionado en el que las mujeres en período de lactancia pueden extraer su leche materna durante la jornada laboral, y asegurar su adecuada conservación durante la misma.
Se recomienda asignar un área amplia, cuyo tamaño dependerá del número de mujeres en edad fértil y las condiciones de espacio físico de cada empresa. Lo importante es contar con el equipamiento y el espacio necesario para las mujeres en período de lactancia.
Para poder combinar lactancia y trabajo de forma satisfactoria, es importante que la empresa facilite que las mujeres empleadas puedan mantener la lactancia materna de su hijo.
Una sala de lactancia no precisa de grandes requisitos ni infraestructuras complicadas. Debe ser un espacio cómodo y limpio, con una temperatura adecuada, donde la madre pueda extraerse la leche y conservarla durante su jornada laboral, e incluso dar el pecho a su hijo en intimidad si alguien le lleva el bebé a su lugar de trabajo.
Las empresas pueden tomar este compromiso por la lactancia materna en el lugar de trabajo y contribuir así activamente a la protección y promoción de los derechos y la salud de la mujer y su bebé .
¿Qué debe tener?
Es necesario que el espacio sea íntimo y cómodo (cuanto más relajada esté la madre, más leche puede extraerse) y que exista una toma de corriente para los extractores eléctricos, un punto de agua donde la madre pueda limpiar los instrumentos que ha utilizado y una nevera donde se pueda conservar la leche hasta el fin de la jornada laboral.
Paredes pintadas con colores pastel cálidos (naranja, rosa, amarillo tenues) y decoración mínima.
Temperatura agradable y templada; Iluminación amarilla tenue. Opcional: un equipo de sonido con música de relajación.
Escritorios o mesas y sillas o sillones de preferencia individuales, erguidos y cómodos. Mesa para colocar el recipiente recolector.
