Un elemento clave antes de elegir a una persona para que ocupe un puesto de trabajo es pedir sus referencias laborales. Recordemos que una referencia laboral no es más que una carta o referencia expedida por la empresa o antiguo empleador, donde se destaca el desempeño que ha tenido el empleado en su trabajo anterior.
Pedir referencias laborales es importante porque es la única forma que una empresa tiene de comprobar que lo que está escrito en la hoja de vida del solicitante sobre las experiencias y aptitudes son reales.
Es recomendable que cuando vayas a contratar a un empleado solicites sus referencias laborales directamente a un ex jefe, supervisor, socio o encargado de recursos humanos, para que la persona que hable por él explique el tipo de relación que mantenía el empleado en su antiguo trabajo.
También debes investigar cuales fueron las razones por las que terminó la relación laboral, esto te ayudará a determinar si quedaron en buenos o en malos términos y cuál fue la causa de la salida.
Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com, señala que “en un proceso de selección todo candidato anhela quedarse con el puesto de trabajo, y para aumentar sus probabilidades, pueden exagerar su experiencia laboral. Por este motivo el reclutador se ve obligado en verificar la información mediante las referencias”.
En caso de que la referencia laboral te llegue por escrito, procura que exprese la fecha de entrada y de salida del solicitante, la posición y el desempeño. Además, rectifica que esté debidamente sellada y firmada por quien la escribe. Esto último, te libra de tener en tus manos una carta falsificada.
Como puedes ver, si estás estudiando la posibilidad de contratar a una persona, es imprescindible que tengas sus referencias laborales a mano y hagas uso de ella, pues es la forma más útil y efectiva de elegir correctamente.
