¿Qué hacer cuando las cuentas están en rojo?

¿Qué hacer cuando las cuentas están en rojo?

La problemática de las cuentas en rojo es una situación que puede afectar indiscriminadamente a cualquier empresario PYME. No es sencillo emprender o desarrollar un negocio y mantener los números en orden ya que cuando se es PYME es frecuente tomar deuda para invertir en infraestructura o herramientas, adquirir capital de trabajo o para abastecerse de materias primas.

En el mundo de las finanzas no es nada agradable tener las “cuentas en rojo”, pues este color indica que tu PYME tiene un volumen alto de pasivos en relación al nivel de ingresos o ventas, o que la operación misma de la empresa arroja pérdidas económicas.

Recuerda que los activos es todo lo que tienes, incluyendo bienes, inmuebles y tus fuentes de ingresos, mientras que los pasivos es todo lo que debes, haciendo referencia a rentas y alquileres, créditos, mantenimiento, nómina de personal, pago de servicios y pagos de impuestos.

Sin embargo, calma, hay muchas formas de salir de este estado de “cuentas en rojo”. De hecho, esta operación puede ser hasta cierto punto fácil, si se planifica.

Te recomendamos iniciar determinando tu nivel de capacidad de pago,  tu nivel solvencia y analizar el nivel de estabilidad de tu empresa, para que sepas que cantidad puedes dedicar para abonar para cubrir tus deudas o renegociar condiciones o plazos de pago. También es bueno que te mantengas al día sobre la situación económica del país, ya que esto te permitirá tomar las mejores decisiones.

Desde Impulsa Popular te recomendamos estos cinco interesantes consejos adicionales:

1. Estudiar a fondo tu presupuesto mensual, tomar especial atención sobre la columna de gastos fijos mensuales. Te aconsejamos agrupar los gastos en tres grandes grupos: los imprescindibles, los necesarios y los deseables o innecesarios. Luego,  recorta los gastos innecesarios y aportarlos a los intereses o al capital de la deuda.

2. Repasar una por una todas tus deudas y determinar las que puedes renegociar con tus acreedores.

3. No intentar saldar una deuda con otra. Esta es una práctica muy frecuente pero es algo que debemos evitar ya que en el mediano y largo plazo puede afectarte seriamente si este proceso no es realizado inteligentemente.

4. Realiza recortes de personal de ser necesario. Redistribuye tareas y elimina aquellos puestos que no son imprescindibles o que no generan ingresos de modo directo.

5. No prometas algo que no puedes cumplir y evita perder credibilidad. El valor de la palabra comprometida es muy importante y es un activo intangible clave para negociar tus deudas.