Definitivamente, para que una empresa pueda sobrevivir debe mantener al día sus cuentas por cobrar, ya que la entrada de efectivo es lo único que garantiza su desarrollo y su sostenibilidad en el tiempo.
Las ventas a crédito por ejemplo, son una muy buena opción para que una empresa incremente sus ventas y aumente sus clientes.
Sin embargo, si con esta acción no se emplean a la par las estrategias necesarias para recuperar el saldo en el tiempo y la forma esperados, se paraliza el crecimiento.
Es evidente que las ventas a crédito implican riesgos, tanto en posibles retrasos de pagos como en una imposible recuperación. Para evitar esto lo menos posible, es recomendable que tu empresa actualice, mes por mes, los saldos de los deudores, con sus respectivos intereses y los gastos implicados en la cobranza.
Tu departamento de créditos y cobros debe desarrollar una solicitud de crédito donde se pidan a los clientes la mayor cantidad de información posible.
Al menos esta planilla debe solicitar:
– Los datos generales del cliente
– Los estados financieros
– RNC
– Cédula de identidad
– Acta constitutiva
– Nombre de los accionistas
– Testimonios que facultan a los firmantes
– Cambios sufridos en la estructura legal del cliente
– Panorámica general de clasificación de cliente
– Tipo y tamaño de la empresa
– Condiciones de venta
– Estadísticas y planes de venta
– Rotación de inventarios
Cada uno de estos requisitos se debe aplicar invariablemente sin importar la empresa. Una vez conocido el cliente, lo importante es tener una adecuada administración de cartera, cobranza al cliente, políticas, reportes para entonces obtener los resultados deseados.
