¿Cuánto debo invertir en formar a mis empleados?

¿Cuánto debo invertir en formar a mis empleados?

No es sorpresa para nadie que hoy en día la competencia es cada vez mayor entre los profesionales puesto que las empresas ya no solo buscan candidatos que contengan una simple licenciatura en su hoja de vida, sino más bien a personas cualificadas en varias áreas del saber.

Conceptualmente hablando la formación son todos los estudios y aprendizajes obtenidos con la finalidad de insertarnos, reinsertarnos y actualizarnos en el ámbito laboral.

Por lo tanto, tú como empresario PYME debes de tener la formación de tus empleados como parte de tus estrategias empresariales, a fin de optimizar la gestión de tu empresa.

Pero ¿Cuánto debes invertir en su formación? Sencillo. Debes de incluir dentro de tu presupuesto anual un porcentaje destinado exclusivamente a la  formación de tus empleados, de manera que fortalezcas sus habilidades ya sean grupales o individuales.

El monto específico dependerá según el tipo de empresa y el tipo de puestos laborales que forman parte de la misma. Sin embargo, destinar un 5% del gasto de personal en formación constituye un buen punto de partida.

¿Por qué debo invertir? Sí. Lo primero es que la formación aumenta la productividad de tus empleados, es decir, una persona bien preparada realizará de manera satisfactoria sus tareas asignadas, aparte de que será más eficaz y aportará a la empresa soluciones viables.

Segundo, la formación reduce los accidentes laborales. Una persona formada cometerá menos errores en sus labores cotidianas a una que no, lo que le traduce a tu compañía mayores ganancias.

Tercero, la formación de tus empleados aumenta la satisfacción de tus clientes.Recuerda que los clientes detectan fácilmente cuando un profesional está bien capacitado. Un cliente complacido es sinónimo de satisfacción y fidelidad. 

También la formación reduce el ausentismo laboral, esto significa, que los empleados valoran la inversión que la empresa realiza en ellos, ayudando esto a que tus empleados sean más responsables y se sientan identificados con la empresa.

Además, la formación aumenta la adaptación de la empresa a los cambios. Un persona preparada es una persona abierta, es una persona proactiva. Lo que le permite adaptarse fácilmente a los cambios, por un lado por su facilidad de adaptación y por otro porque es capaz de anticiparse a ellos.

El aumento de la competitividad es otra ventaja de la formación. Una persona preparada aumenta sus capacidades técnicas y de producción por lo ello puede desarrollar un trabajo igual o mejor que el de la competencia. Los profesionales marcan la diferencia.

Desde Impulsa Popular esperamos que estos pequeños consejos sobre la inversión en tus empleados hayan podido ayudarte a determinar cuánto debes de invertir en ellos y sobre todo por qué debes hacerlo.